Con Licencia Eclesiástica. San Alejo vivió años caminando en la pobreza absoluta y la ascesis por amor a Dios. A él se le confía su intercesión a favor de los mendigos, los fabricantes de cinturones, las enfermeras, los peregrinos y viajeros. También se le tiene gran devoción por su intercesión a favor de los buenos vecinos y de los esposos que comienzan su vida matrimonial, para que les ayude en la castidad, el amor y la comunión.